Una declaración bíblica sobre tu identidad en Cristo.
Soy un hijo de Dios. Soy elegido y apartado. Nada puede separarme de Su gran amor. Dios me recompensa mientras lo busco diligentemente. El Espíritu de Dios vive en mí. Tengo todo lo que necesito para la vida y para vivir en santidad. Dios me da poder, amor y una mente sana. Mis pasos están ordenados por el Señor. Doy gracias en todas las circunstancias porque Dios dispone todas las cosas para bien. El Señor de paz, me da paz en todo momento y en todos las formas. Vivo para una audiencia de Uno, mi objetivo es agradar al Señor y no a otras personas. Dios continúa formándome a Su imagen y terminará la buena obra que comenzó en mí. A medida que me acerco a Dios, Él se acerca a mí. Soy la obra maestra de Dios, soy redimido, perdonado y liberado para vivir una vida abundante.